sábado, 19 de febrero de 2011

Love me just once

Lo miró entre la multitud con esa mirada que sólo ella sabe poner y que no deja ninguna duda sobre lo que significa. Se giró y entró en el baño. Él tardó en reaccionar; aún tenía la imagen de esa melena color caoba ondeando en su cabeza. Sin pararse mucho a pensar en lo que hacía, la siguió. Al pasar junto a una de las cabinas, una mano tiró de él, introduciéndolo en ella.
-Pensaba que no vendrías -dijeron esos ojos marrones, casi del mismo tono que el pelo, para dejarle sin respiración cuando lo empujó contra la puerta cerrada y lo besó de la forma más apasionada que nadie lo había hecho. Él se olvidó de su timidez, devolviéndole el beso, atrayéndola hacia sí y estrechándola entre sus brazos. Cambió la postura, subiendo las piernas de ella y enroscándolas en torno a su cintura, soteniéndola entre él y la pared. Al contacto con la fría losa notó como se erizaba, aunque no era tanto por el cambio de temperatura. No habrían salido nunca si alguien no hubiera llamado a la puerta.
-¿Hay alguien?
Ambos se envararon, y tras una media sonrisa y otra de esas miradas, ella se arregló el pelo con las manos y salió primero, algo acalorada y con las mejillas ligeramente sonrosadas. Después salió él, dejando a la chica que esperaba fuera un poco desconcertada, sin decir nada. 
Cuando regresó al pasillo sólo se veía una marea de estudiantes, pero no pudo distinguir aquel cabello castaño tan singular en el que hacía apenas un minuto habían estado entrelazados sus dedos.
                                                                                                                   Inma *

1 comentario:

  1. muchas gracias por comentar!
    eres de las mias jajajaja:)
    pd: increibles tus fotos
    un besazo!

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