martes, 4 de septiembre de 2012

Chaos

He estado pensando, y ¿sabes qué? No quiero olvidarme de este tiempo, no quiero que llegue el año que viene y pasar de la decena, ni empezar los veintipocos, ¡mucho menos los veintitantos! Quiero veranos quinceañeros típicos de cualquier serie ochentera, con bicicletas, flores y un neumático usado colgando de una rama sobre un lago. Quiero permanecer justo en el momento en que empezaste a formar parte plena de mí, cuando sobrepasaste la barrera de la intimidad y empezamos a parecer uno de verdad, y, sin embargo, seguíamos dándonos besos tímidos refugiados en la oscuridad de nuestra esquina. Quiero noches de jardín y de libros, de cuentos infantiles que nunca me cansaré de leer, de recuerdos expuestos en hilera a la luz de la luna en un camino sin asfaltar, de noches aterradoras por el simple hecho de hacerlas así. Quiero que julio y agosto se sucedan sin parar, quiero tardes de tormentas veraniegas encerrada en el desván. Que me salgan escamas y el pelo se convierta en algas. Quiero tener tiempo para perderlo, fingir que nuestro amor es solo un amor de verano. Quiero tenerte siendo niña, y ser adulta para tenerte.


                                                                                                                        Inma*